En un mundo digitalizado donde existen múltiples marcas y variedad de empresas que ofrecen los mismos productos y servicios, la relación con el cliente cobra más importancia que nunca. Es ahí donde nace el marketing relacional, un conjunto de estrategias y métodos para establecer una relación a largo plazo con los usuarios.

 

Objetivos y ventajas del marketing relacional

Convertir visitantes web en clientes es el trabajo principal de una buena estrategia de marketing, pero ¿cómo conseguir que un cliente continúe siendo cliente? Los usuarios no solo buscan que les vendan de una forma adecuada, también buscan que les ayuden, les comprendan y les proporcionen aquello que están buscando sin presiones. En este sentido, los consumidores buscan confianza en la marca, y este concepto de la confianza es clave para fidelizar a los clientes y atraer a nuevos compradores.
 

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El marketing relacional debe trabajar distintas estrategias para tener en cuenta al cliente desde que visita por primera vez la web hasta generar en él la confianza y la fidelización adecuada. Y en todo este proceso, trabajar la imagen de marca es esencial para que el usuario se forme una buena opinión sobre la empresa.

Si se logra esta confianza y fidelización, el gran objetivo del marketing relacional es convertir a los clientes en una especie de embajadores de la propia marca. Un cliente satisfecho con el producto o servicio siempre será una de las mejores formas de publicidad posible. Porque en un mundo digitalizado, el “boca a boca” sigue siendo un aspecto a tener en cuenta.

Por otra parte, otra de las ventajas en la estrategia del marketing relacional es que se logran reunir múltiples datos acerca de los clientes; gustos, aficiones, relación con la marca, productos y servicios favoritos… Comprender este patrón puede ayudar a crear nuevas estrategias de ventas y aumentar la facturación de la empresa. Y es que como dice el dicho, el conocimiento es poder.

 

Estrategias de marketing relacional

Pero para llevar a cabo una buena estrategia de marketing es necesario trabajar algunas acciones con tal de llegar a los objetivos establecidos. Y las redes sociales juegan un papel esencial.

Si lo que se busca es una relación más estrecha con el cliente y mejorar la fidelidad de aquellos nuevos usuarios, las redes sociales son el canal ideal para ello. Primero deben establecerse las redes sociales idóneas para nuestra marca, teniendo en cuenta el tipo de target al cual nos dirigimos. Lo segundo es definir un tipo de comunicación dependiendo de la red social escogida. Y lo tercero, es comunicar trabajando esa cercanía con el cliente, manteniendo la identidad de marca de la empresa y con un tono adecuado al tipo de target.

Las redes sociales no son las únicas herramientas, porque aunque la comunicación y una adecuada imagen de marca son importantes, también lo es demostrarle al cliente que es único, que lo comprendemos y que respondemos ante sus necesidades. Para ello, las estrategias de email marketing pueden ayudar ajustando la comunicación a cada tipo de cliente y sus necesidades. Por ejemplo, su producto favorito rebajado, descuentos especiales o regalos que acompañen a sus compras.

 

El CRM como herramienta base para el marketing relacional

Para trabajar una estrategia de marketing relacional es necesario reunir y clasificar infinidad de datos sobre los clientes. Y para ello lo mejor es contar con un CRM, un software de gestión comercial y de ventas que engloba desde una base de datos sobre los usuarios hasta numerosas herramientas para aprovechar al 100% toda esa cantidad de información que llega sobre los clientes.

Como hemos dicho anteriormente, el conocimiento es poder, y esa es la base principal de un CRM, ya que cuenta con una Base de Datos unificada con variedad de información sobre los clientes; ubicación, intereses, datos de contacto… Con todos estos datos se puede hacer una buena gestión y seguimiento de los usuarios con tal de ofrecer un mejor servicio de atención al cliente y, por supuesto, creando una mejor relación con ellos a largo plazo.

 

En resumen, el trato con el cliente ha pasado a estar en un primer plano. Entre tantos competidores, distinguirse con un trato adecuado y una estrategia de fidelización puede suponer el éxito de la marca. Y por ello es tan necesario trabajar teniendo en cuenta el marketing relacional, donde los datos y la información sobre los usuarios y visitantes puede suponer la gran diferencia entre el éxito y el fracaso.