Estas tres reglas de estilo periodístico son obligatoriamente aplicables al email marketing. Los usuarios que reciben un mail no quiren y de hecho no lo harán, dedicar a la lectura de una acción promocional una eternidad. Los datos revelan que la mayoría de mails que recibimos los miramos por primera vez desde nuestro dispositivo móvil. Es nuestra obligación ser directos, creativos y engancharlos con el mínimo de palabras posibles, legibles en aproximadamente 4 pulgadas.
El tiempo es oro. El mail no es la explicación de nuestra campaña, nuestros productos, negocio, web… El email es una oportunidad para captar la atención del usuario. Es importante comunicar solo una idea acompañada de un call to action para que el usuario visite nuestra web, porque es allí donde buscamos tráficos, medimos acciones y convertimos.
Como en la vida misma, cuanto más hablamos más posibilidad de equivocarnos existe. En una campaña de email marketing cuanto más contenido recoja el mail, más posibilidad de ser clasificado como spam. El texto puede tener palabras que traigan consigo ese riesgo, o el abuso de imágenes o links puede dirigir nuestro mail al abismo, a ese lugar indeseado destinado al olvido, la carpeta de spam.

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